Un día, River se fue a la B. Al otro día, se hablaba de descontarle puntos por los incidentes y quitarle la localía por 1 año. Al otro día se dijo que no había quita de puntos y que como mucho iba a tener que jugar en otro estadio por 5 o 6 fechas. Al otro día, se empezó a hablar de un decreto presidencial (!) para devolver a River a Primera. Al otro día, se desmintió lo del decreto. Al otro día, se estableció un nuevo formato de torneo, con 38 equipos, en el que obviamente iban a estar todos los equipos grandes. Al otro día, marcha atrás con el megatorneo.
Y al otro día, Johann Tenorio aprovecha y mete su análisis.
Empecemos. Al quedar establecido que River iba a jugar al menos un año en la segunda categoría del fútbol argentino, lo primero que se empezó a estudiar (incluso antes de que se terminaran las cargadas) fue el perjuicio económico que el descenso le iba a provocar no sólo a River, sino a todo el negocio del fútbol. Sí, parece ser que esto del fútbol, sin que nos diéramos cuenta, se ha ido transformando lentamente en un negocio. (?)
Pero no sólo había perjuicios económicos en ciernes. También, y aunque parezca una ridiculez, había perjuicios políticos.
¿Por qué? Simple, porque hace ya un año que el Gobierno Nacional decidió meter mano en el asunto, quedándose (a través de la empresa semigubernamental "Fútbol para Todos") con la televisación del torneo de Primera División. Si bien en principio se declaró que el altísimo costo de este traspaso (unos 600 millones de pesos anuales) iba a ser compensado por aportes de empresas privadas, luego quedó claro que la intención siempre fue aprovechar la televisación de partidos para intercalar propaganda política oficial.
Hasta ahí todo tranquilo, pasa que ocurrió algo que estaba fuera de los cálculos de todos: el descenso tan temido de River. Uno de los dos más grandes del fútbol, uno de los dos que más hinchas tiene en el país, desaparecía de la grilla del "Fútbol para Todos", e iba a engalanar las televisaciones del entretenido torneo Nacional B.
Y algo peor: quien televisa el Nacional B es Trisa, una empresa controlada en partes iguales ni más ni menos que por TyC Sports y el Grupo Clarín.
Apenas decretado el descenso, el titular del COMFER, Gabriel Mariotto, salió a declarar que los partidos de River se iban a incluir dentro de la grilla del FPT. Después se vería el cómo. Y ahí comenzaron las negociaciones.
En principio, según se supo luego, Trisa estaba dispuesta a ceder gratuitamente a FPT los derechos de televisación de los partidos de River. Pero en FPT tenían otra idea. Iban por todo. Exigieron, además, los derechos televisivos de los partidos de Gimnasia de La Plata, Rosario Central y Huracán, equipos también con gran cantidad de hinchas. Y ahí Trisa se plantó, negándose rotundamente a ceder esos derechos.
Como la cosa se complicaba, había que pensar en otra alternativa. FPT quería sí o sí a River, GELP, Central y Huracán. Entonces, surge la gran idea: fusionar la B Nacional con la Primera A. Todos en la misma bolsa, y por otra parte, se garantizaba que otros equipos grandes que venían algo flojitos de promedio (léase Boca, San Lorenzo y Racing) permanecerían prácticamente de por vida en la categoría más alta del fútbol (y con televisación de FPT, por supuesto).
Pero paralelamente, y por debajo de la mesa, AFA decidió rescindir unilateralmente el contrato a través del cual cedía los derechos de televisación de la B Nacional a Trisa. Por supuesto, esto expone a AFA a un juicio por incumplimiento que no tiene posibilidad alguna de ganar. Pero como el dinero lo va a poner otro (el Gobierno Nacional, a través de su intermediario FPT), AFA no se hace ningún problema.
Todo sobre ruedas hasta ahí, había solamente que darlo a conocer. AFA envía a su vocero Ernesto Cherquis Bialo a dar la noticia. El problema fue que Cherquis habló de más al día siguiente, dejando en claro lo que muchos suponíamos: "El que pone la plata quiere a los mejores, y nosotros se los tenemos que dar". Una obviedad, pero para quienes estaban detrás de bambalinas esto cayó como una bomba ya que los dejaba directamente bajo los reflectores.
Bueno, pasó lo que todos, menos los que levantaron la mano a favor de la creación del megatorneo, imaginábamos que iba a pasar. Amplio repudio a la idea en todos los foros, redes sociales y medios masivos de comunicación. Incluso se planificaba una marcha a AFA para hoy.
Entonces pasó lo que tenía que pasar: cayó la máscara de quienes eran los principales propulsores de esta idea. No nos olvidemos, con 19 partidos por fecha, el candombe "Nunca Menos" iba a ser la canción más escuchada durante los próximos 12 meses.
Pero al ver semejante respuesta de la gente, quedó en evidencia que lo que podía ser un enorme medio de difusión de la "obra" gubernamental, se transformaba en un pan de trotyl político, con el cronómetro en 0:10. Había que desactivar el artefacto en forma urgente, porque en un par de semanas se venían las primarias.
Conclusión: marcha atrás con el megatorneo. En apariencia, un gran triunfo de la opinión pública sobre los intereses políticos y económicos. Sólo en apariencia.
Porque no nos olvidemos que AFA ya le había cedido los derechos de la B Nacional a FPT.
Teniendo los derechos para transmitir a River, Boca, San Lorenzo, Racing, Independiente, Rosario Central, Estudiantes, Gimnasia, Huracán, Vélez y todos los importantes a nivel rating, la categoría en la que jueguen, para FPT deja de ser relevante. Los va a transmitir a todos, estén en la A o en la B.
18 partidos garantizados por semana, con casi todos los equipos más importantes del país incluidos.
Y todos ellos, con el "Nunca Menos" en el entretiempo.
¿El costo de toda esta maniobra? Y seguramente será bastante alto. FPT (que no tiene dinero propio, sino que usa el del ANSES) pagó hasta Junio 600 millones de pesos al año por la temporada anterior, transmitiendo sólo Primera A. A eso habría que actualizarlo por inflación, estimándose el nuevo costo en unos 900 millones anuales (parece que para la AFA no corre el IPC que calcula el INDEC). Y duplicarlo, porque ahora va a transmitir además la B Nacional, con lo cual nos iríamos a 1.800 millones al año. Y a eso habría que sumarle lo que deba pagar AFA (que no pagará AFA sino FPT, que no usa su plata sino la de ANSES, o sea lo que se recauda por cargas previsionales a descontar de nuestros salarios), por la demanda de 500 millones de pesos iniciada por Trisa, que se descuenta que va a ganar aunque lo agarre Oyarbide en primera instancia (y es ingenuo suponer que semejante causa caiga en manos de otro juez).
Haciendo números, unos $ 2.300 millones de pesos que pagaremos de nuestos salarios.
Fútbol, para Todos. 82% móvil, para Nadie.
¿A quién le importa el fútbol? A nosotros, los hinchas, por supuesto. A la AFA, a FPT, a Trisa, al Grupo Clarín, a TyC Sports y al Gobierno Nacional, les interesa otra cosa.
Johann Tenorio
Y al otro día, Johann Tenorio aprovecha y mete su análisis.
Empecemos. Al quedar establecido que River iba a jugar al menos un año en la segunda categoría del fútbol argentino, lo primero que se empezó a estudiar (incluso antes de que se terminaran las cargadas) fue el perjuicio económico que el descenso le iba a provocar no sólo a River, sino a todo el negocio del fútbol. Sí, parece ser que esto del fútbol, sin que nos diéramos cuenta, se ha ido transformando lentamente en un negocio. (?)
Pero no sólo había perjuicios económicos en ciernes. También, y aunque parezca una ridiculez, había perjuicios políticos.
¿Por qué? Simple, porque hace ya un año que el Gobierno Nacional decidió meter mano en el asunto, quedándose (a través de la empresa semigubernamental "Fútbol para Todos") con la televisación del torneo de Primera División. Si bien en principio se declaró que el altísimo costo de este traspaso (unos 600 millones de pesos anuales) iba a ser compensado por aportes de empresas privadas, luego quedó claro que la intención siempre fue aprovechar la televisación de partidos para intercalar propaganda política oficial.
Hasta ahí todo tranquilo, pasa que ocurrió algo que estaba fuera de los cálculos de todos: el descenso tan temido de River. Uno de los dos más grandes del fútbol, uno de los dos que más hinchas tiene en el país, desaparecía de la grilla del "Fútbol para Todos", e iba a engalanar las televisaciones del entretenido torneo Nacional B.
Y algo peor: quien televisa el Nacional B es Trisa, una empresa controlada en partes iguales ni más ni menos que por TyC Sports y el Grupo Clarín.
Apenas decretado el descenso, el titular del COMFER, Gabriel Mariotto, salió a declarar que los partidos de River se iban a incluir dentro de la grilla del FPT. Después se vería el cómo. Y ahí comenzaron las negociaciones.
En principio, según se supo luego, Trisa estaba dispuesta a ceder gratuitamente a FPT los derechos de televisación de los partidos de River. Pero en FPT tenían otra idea. Iban por todo. Exigieron, además, los derechos televisivos de los partidos de Gimnasia de La Plata, Rosario Central y Huracán, equipos también con gran cantidad de hinchas. Y ahí Trisa se plantó, negándose rotundamente a ceder esos derechos.
Como la cosa se complicaba, había que pensar en otra alternativa. FPT quería sí o sí a River, GELP, Central y Huracán. Entonces, surge la gran idea: fusionar la B Nacional con la Primera A. Todos en la misma bolsa, y por otra parte, se garantizaba que otros equipos grandes que venían algo flojitos de promedio (léase Boca, San Lorenzo y Racing) permanecerían prácticamente de por vida en la categoría más alta del fútbol (y con televisación de FPT, por supuesto).
Pero paralelamente, y por debajo de la mesa, AFA decidió rescindir unilateralmente el contrato a través del cual cedía los derechos de televisación de la B Nacional a Trisa. Por supuesto, esto expone a AFA a un juicio por incumplimiento que no tiene posibilidad alguna de ganar. Pero como el dinero lo va a poner otro (el Gobierno Nacional, a través de su intermediario FPT), AFA no se hace ningún problema.
Todo sobre ruedas hasta ahí, había solamente que darlo a conocer. AFA envía a su vocero Ernesto Cherquis Bialo a dar la noticia. El problema fue que Cherquis habló de más al día siguiente, dejando en claro lo que muchos suponíamos: "El que pone la plata quiere a los mejores, y nosotros se los tenemos que dar". Una obviedad, pero para quienes estaban detrás de bambalinas esto cayó como una bomba ya que los dejaba directamente bajo los reflectores.
Bueno, pasó lo que todos, menos los que levantaron la mano a favor de la creación del megatorneo, imaginábamos que iba a pasar. Amplio repudio a la idea en todos los foros, redes sociales y medios masivos de comunicación. Incluso se planificaba una marcha a AFA para hoy.
Entonces pasó lo que tenía que pasar: cayó la máscara de quienes eran los principales propulsores de esta idea. No nos olvidemos, con 19 partidos por fecha, el candombe "Nunca Menos" iba a ser la canción más escuchada durante los próximos 12 meses.
Pero al ver semejante respuesta de la gente, quedó en evidencia que lo que podía ser un enorme medio de difusión de la "obra" gubernamental, se transformaba en un pan de trotyl político, con el cronómetro en 0:10. Había que desactivar el artefacto en forma urgente, porque en un par de semanas se venían las primarias.
Conclusión: marcha atrás con el megatorneo. En apariencia, un gran triunfo de la opinión pública sobre los intereses políticos y económicos. Sólo en apariencia.
Porque no nos olvidemos que AFA ya le había cedido los derechos de la B Nacional a FPT.
Teniendo los derechos para transmitir a River, Boca, San Lorenzo, Racing, Independiente, Rosario Central, Estudiantes, Gimnasia, Huracán, Vélez y todos los importantes a nivel rating, la categoría en la que jueguen, para FPT deja de ser relevante. Los va a transmitir a todos, estén en la A o en la B.
18 partidos garantizados por semana, con casi todos los equipos más importantes del país incluidos.
Y todos ellos, con el "Nunca Menos" en el entretiempo.
¿El costo de toda esta maniobra? Y seguramente será bastante alto. FPT (que no tiene dinero propio, sino que usa el del ANSES) pagó hasta Junio 600 millones de pesos al año por la temporada anterior, transmitiendo sólo Primera A. A eso habría que actualizarlo por inflación, estimándose el nuevo costo en unos 900 millones anuales (parece que para la AFA no corre el IPC que calcula el INDEC). Y duplicarlo, porque ahora va a transmitir además la B Nacional, con lo cual nos iríamos a 1.800 millones al año. Y a eso habría que sumarle lo que deba pagar AFA (que no pagará AFA sino FPT, que no usa su plata sino la de ANSES, o sea lo que se recauda por cargas previsionales a descontar de nuestros salarios), por la demanda de 500 millones de pesos iniciada por Trisa, que se descuenta que va a ganar aunque lo agarre Oyarbide en primera instancia (y es ingenuo suponer que semejante causa caiga en manos de otro juez).
Haciendo números, unos $ 2.300 millones de pesos que pagaremos de nuestos salarios.
Fútbol, para Todos. 82% móvil, para Nadie.
¿A quién le importa el fútbol? A nosotros, los hinchas, por supuesto. A la AFA, a FPT, a Trisa, al Grupo Clarín, a TyC Sports y al Gobierno Nacional, les interesa otra cosa.
3 comentarios:
De acuerdo en casi todo.
Es ud. uno de los gallis con mas sentido comun que se dejan ver por estos arremolinados tiempos.
No me queda muy claro lo de la utilizacion de fondos de la ANSESS para el FPT, de ser asi, es realmente grave.
De lo que no tengo dudas es de que a los unicos a quienes verdaderamente nos importa el futbol es a boludos como nosotros, los hinchas denserio (?)
Muy bueno esto que tiene por aca.
Ey...yo había dejado un comentario ayer por aca. No me acuerdo muy bien de que iba, pero sin dudas incluía un par de elogios.
A ver si este queda, y se valora el esfuerzo, con lo que cuesta escribir a estas horas.
Abrazo.
Hola, Marido de Chicha, lo que pasa es que dejé puesta la moderación de comentarios, y como no entro todos los días, entonces tardan en aparecer.
Muy agradecido por los elogios.
Con respecto a lo de los fondos, la mayor parte de lo que invierte el Gobierno (y no sólo en FPT sino también en obra pública y otros menesteres) sale de la ANSSES. La cual hoy en día es recontrasuperavitaria, y no estaría mal que todo ese excedente se invierta en otras cosas, pero no deja de ser vergonzoso que digan que no hay plata para pagar el 82% móvil y después gastan una fortuna en transmitir fútbol.
Publicar un comentario