miércoles, 14 de mayo de 2008

Histerias Riverplatenses (gallinas ahumadas)

Era previsible que el papelón que pasó River el jueves pasado tuviera una larga serie de coletazos. Fue un cachetazo duro, y asimilarlo va a llevar un tiempo prudencial. Entonces, resulta lógico que sigan habiendo declaraciones fuera de lugar, insultos también fuera de lugar, culpas que se endilgan de un lado al otro, y todo ese tipo de histerias que, desde que tengo uso de razón, forman parte del folklore riverplatense.

Al día de hoy, la última de estas reverberaciones tiene que ver con las declaraciones de Oscar Ahumada, aguerrido n° 5 millonario, que osó decir que la tribuna se quedó callada durante el famoso partido de Copa Libertadores, hecho por demás comprobado y comprobable por cualquiera que desee observar el tape del partido.

Para quienes no conozcan el Monumental Antonio Vespucio Liberti, nuestro estadio, les comento más o menos cómo es esa semblanza a escala de la sociedad argentina. Tuve la suerte de haber visto fútbol desde todas las tribunas del Monumental, así que hablo con cierto conocimiento de causa.
El estadio se divide en cuatro tribunas, "Centenario", "San Martín", "Enrique Omar Sívori" y "Belgrano", subdivididas a su vez en sectores altos, medios y bajos. Y cada una de estas subdivisiones es casi casi como una capa social. Pasen y vean.
SIVORI ALTA: es la popular local. Ahí es donde van supuestamente las capas más pobres, y es donde sólo los Borrachos del Tablón tienen autoridad para delinquir: si agarran a un punga o a un vendedor de porros (que no sean de su riñón), los muelen a palos. También es donde se genera el aliento más constante para el equipo.
CENTENARIO ALTA: es la popular visitante, así que el público de esa tribuna depende de quién venga a visitarnos.
SAN MARTIN Y BELGRANO ALTAS: son la "clase media" de la hinchada millonaria. Los socios tienen acceso gratuito. Generalmente, el partido se observa con bastante atención desde esas tribunas (la visibilidad es excelente, posiblemente la mejor de los estadios argentinos), generalmente en un silencio a veces interrumpido por una puteada ocasional. El equipo tiene que estar jugando muy bien para que estas tribunas alienten de manera audible.
SIVORI Y CENTENARIO BAJAS: también son tribunas de socios, y la única diferencia con las tribunas anteriores es que desde éstas se ve muy mal el partido. Aliento: escaso, igual que las anteriores.
BELGRANO MEDIA Y BAJA: aquí se encuentran las cabinas de transmisión, las tribunas para damas y para vitalicios, y los palcos V.I.P. Desde estas tribunas también se ve muy bien (es mi predilecta), pero en un respetuoso silencio, entrecortado por los comentarios insoportables de los vitalicios, quienes (dicen) vieron jugar a La Máquina, a Walter Gómez, a Amadeo y a todo el Olimpo riverplatense.
SAN MARTIN MEDIA Y BAJA: acá se puede encontrar, además del Palco Oficial y el de Honor, a las "clases altas" de la hinchada de River Plate. Desde aquí se ven muy bien los partidos nocturnos, pero cuando hay luz solar, el reflejo en el césped es tan fuerte que no se puede ver casi nada. De todas maneras, la gente que va a esta tribuna generalmente mira muy poco el partido: va a tomar sol y a hacer sociales, más allá de que cuando el equipo juega mal, son los primeros en putear a todo el mundo. Desde esta platea se sale al hall principal del club, así que también son los principales gestores de los copamientos post-partidos del mismo. También desde estas plateas se le arrojó maíz a los propios jugadores que, mal que mal, visten nuestros colores. Aliento: bueh... casi inexistente. Pero sí muchas puteadas.

Entonces, hinchas de River, seamos claros y sinceros: nuestra hinchada no es precisamente de las más fervorosas. Es una hinchada fría y exigente, aunque también muy fiel, ya que meter cerca de 30.000 personas luego del fiasco del jueves pasado, no creo que muchos equipos lo logren. Es más: creo que si Boca (club al que lo único que le envidio es justamente el fervor casi insoportable de su hinchada) hubiera tenido semejante tropiezo, el domingo la Bombonera hubiera estado semivacía.

Pero esto no descalifica lo que dijo Ahumada. Desgraciada o afortunadamente, no pude estar presente el día del partido con San Lorenzo, pero lo ví por televisión. Y puedo garantizar que fue notorio el silencio de la hinchada de River cuando San Lorenzo metió el primero de sus dos goles. En el lapso entre ambos, lo único que se escuchaba era a la hinchada cuerva. Inaceptable en un estadio cubierto en casi el 90% por hinchas riverplatenses.
Y lo peor es que ahora parece que, debido a la reacción histérica de la gente de River en distintos foros en Internet, Ahumada recibirá algún tipo de sanción disciplinaria. Genial: si ahora empezamos a sancionar a quienes dicen la verdad, a River no lo salva ni Dios, a quien sólo le pido un poco de lucidez para nuestros dirigentes, cuerpo técnico, jugadores e hinchada. Si no, estamos definitivamente al horno.

Aprovecho para enviar mis felicitaciones a la gente de San Lorenzo por lo del jueves, pero también para prevenirles dos cositas. Primero, que no se la crean demasiado, porque partidos así no se repiten ni en 10.000 años. Y segundo, festejen ahora, porque no nos vuelven a ganar nunca más.
Pero como buenos padres que somos, les deseamos lo mejor en lo que les queda de Copa.
Saludos gallináceos,

Johann Tenorio