sábado, 6 de agosto de 2011

Los #ConsejosLubertino

Ayer por la tarde se armó un interesante debate en Twitter, que comenzó con una actualización de estado (más conocido como "tweet") de la diputada porteña por el FpV María José Lubertino. La misma que había presentado un proyecto para instalar expendedoras de preservativos en escuelas primaras, proyecto que luego fue descartado de plano por el ministro de Educación nacional Alberto Sileoni.

El tweet al que hago referencia era una especie de consejo para mujeres a punto de ser violadas, en las que les sugería tener la frialdad suficiente como para solicitarle al perpetrador que tenga la gentileza de utilizar preservativo, intimidándolo con la posibilidad de ser portador, textualmente, de "alguna enfermedad o vih". Sí, yo también creía que el VIH era efectivamente una enfermedad, pero según la diputada, parece que no es así. (?)

El problema es que la diputada no tuvo en cuenta que Twitter no es precisamente el ámbito más apropiado para expresar una opinión de ese tipo. ¿Por qué no? Muy simple, a los usuarios de esa red social les encanta tomar las cosas con un sentido del humor bastante mordaz. Y así se lo hicieron (léase "hicimos") saber a la diputada amamantadora.

Al poco rato, el TT ("trending topic" o tema del momento) #ConsejosLubertino estaba al tope del ranking nacional.
No me animo a reproducir aquí los tweets publicados incluyendo ese hashtag, o mejor dicho, me animo pero prefiero mantener la línea editorial de esta humilde bitácora (?). Lo que se puede decir que la mayoría de ellos eran de innegable mal gusto pero de indiscutible hilaridad. Yo colaboré con varios, e incluso hubo diarios online como Urgente24 que incluyeron un par de ellos en la nota relativa al episodio. Tomá.

Tal fue el revuelo generado en la Web que la propia legisladora se vio en la necesidad de borrar el tweet de la discordia. Pero ni eso le sirvió, ya que siempre hay algún usuario de dedos veloces que aprieta la tecla "Print Screen" en el momento justo. Gracias a ello podemos disfrutar aquí de esta pequeña joya del ciberespacio.

El problema no es la declaración en sí, sino que la diputada insistió en defender su postura. Se armó entonces un interesante debate, del cual tuve el placer de participar con algunas respuestas a la propia legisladora. Adjunto aquí al costado un par de capturas de pantalla en las cuales se puede observar mi participación.

¿Cuál es el error en el que persevera Lubertino, con la necedad de la que hablaba Cicerón hace 20 siglos? Porque es indiscutible que la prevención de enfermedades y embarazos no deseados debe ser una prioridad.
El error, a mi entender, es jurídico, y es un aspecto que una abogada y legisladora no puede desconocer. Ha habido casos en que ocurrió que la víctima tuvo la oportunidad de solicitar el uso de preservativo, el victimario fue detenido y llevado a juicio, y la defensa logró que se desestimara la causa alegando que se trató de un acto consensuado. Cualquier leguleyo más o menos avispado plantearía una defensa similar.

Por otra parte, es complicado entender por qué Lubertino sigue tozudamente defendiendo su declaración inicial, luego de haberla borrado. Estimada diputada, si tan segura está de tener razón, ¿a qué viene esa limpieza de rastros? ¿Llegó quizás alguna orden política al respecto? Todo es posible.

Afortunadamente, jamás me he visto en ninguna de las dos posiciones (ni en la de víctima ni en la de victimario) de una violación. Pero opino que por un lado, es sumamente difícil que una mujer posea la suficiente sangre fría como para negociar con un violador en un momento tan tremendo, quizás incluso bajo amenaza de muerte; y por otro, que es harto improbable que un violador en pleno frenesí se detenga a considerar una propuesta como la de Lubertino. Imagino que una violación es un delito que se realiza con la mayor celeridad posible y en un estado en que el único interés del delincuente no radica en negociar con la víctima, sino en someterla por completo.

Como dije, nunca participé en este tipo de situaciones. Pero me da la impresión de que la diputada Lubertino tampoco.

Johann Tenorio

martes, 2 de agosto de 2011

A quién le importa el fútbol

Un día, River se fue a la B. Al otro día, se hablaba de descontarle puntos por los incidentes y quitarle la localía por 1 año. Al otro día se dijo que no había quita de puntos y que como mucho iba a tener que jugar en otro estadio por 5 o 6 fechas. Al otro día, se empezó a hablar de un decreto presidencial (!) para devolver a River a Primera. Al otro día, se desmintió lo del decreto. Al otro día, se estableció un nuevo formato de torneo, con 38 equipos, en el que obviamente iban a estar todos los equipos grandes. Al otro día, marcha atrás con el megatorneo.
Y al otro día, Johann Tenorio aprovecha y mete su análisis.

Empecemos. Al quedar establecido que River iba a jugar al menos un año en la segunda categoría del fútbol argentino, lo primero que se empezó a estudiar (incluso antes de que se terminaran las cargadas) fue el perjuicio económico que el descenso le iba a provocar no sólo a River, sino a todo el negocio del fútbol. Sí, parece ser que esto del fútbol, sin que nos diéramos cuenta, se ha ido transformando lentamente en un negocio. (?)

Il padrino don Julio HumbertoPero no sólo había perjuicios económicos en ciernes. También, y aunque parezca una ridiculez, había perjuicios políticos.

¿Por qué? Simple, porque hace ya un año que el Gobierno Nacional decidió meter mano en el asunto, quedándose (a través de la empresa semigubernamental "Fútbol para Todos") con la televisación del torneo de Primera División. Si bien en principio se declaró que el altísimo costo de este traspaso (unos 600 millones de pesos anuales) iba a ser compensado por aportes de empresas privadas, luego quedó claro que la intención siempre fue aprovechar la televisación de partidos para intercalar propaganda política oficial.

Hasta ahí todo tranquilo, pasa que ocurrió algo que estaba fuera de los cálculos de todos: el descenso tan temido de River. Uno de los dos más grandes del fútbol, uno de los dos que más hinchas tiene en el país, desaparecía de la grilla del "Fútbol para Todos", e iba a engalanar las televisaciones del entretenido torneo Nacional B.
Y algo peor: quien televisa el Nacional B es Trisa, una empresa controlada en partes iguales ni más ni menos que por TyC Sports y el Grupo Clarín.

Apenas decretado el descenso, el titular del COMFER, Gabriel Mariotto, salió a declarar que los partidos de River se iban a incluir dentro de la grilla del FPT. Después se vería el cómo. Y ahí comenzaron las negociaciones.
En principio, según se supo luego, Trisa estaba dispuesta a ceder gratuitamente a FPT los derechos de televisación de los partidos de River. Pero en FPT tenían otra idea. Iban por todo. Exigieron, además, los derechos televisivos de los partidos de Gimnasia de La Plata, Rosario Central y Huracán, equipos también con gran cantidad de hinchas. Y ahí Trisa se plantó, negándose rotundamente a ceder esos derechos.
Como la cosa se complicaba, había que pensar en otra alternativa. FPT quería sí o sí a River, GELP, Central y Huracán. Entonces, surge la gran idea: fusionar la B Nacional con la Primera A. Todos en la misma bolsa, y por otra parte, se garantizaba que otros equipos grandes que venían algo flojitos de promedio (léase Boca, San Lorenzo y Racing) permanecerían prácticamente de por vida en la categoría más alta del fútbol (y con televisación de FPT, por supuesto).
Pero paralelamente, y por debajo de la mesa, AFA decidió rescindir unilateralmente el contrato a través del cual cedía los derechos de televisación de la B Nacional a Trisa. Por supuesto, esto expone a AFA a un juicio por incumplimiento que no tiene posibilidad alguna de ganar. Pero como el dinero lo va a poner otro (el Gobierno Nacional, a través de su intermediario FPT), AFA no se hace ningún problema.

Todo sobre ruedas hasta ahí, había solamente que darlo a conocer. AFA envía a su vocero Ernesto Cherquis Bialo a dar la noticia. El problema fue que Cherquis habló de más al día siguiente, dejando en claro lo que muchos suponíamos: "El que pone la plata quiere a los mejores, y nosotros se los tenemos que dar". Una obviedad, pero para quienes estaban detrás de bambalinas esto cayó como una bomba ya que los dejaba directamente bajo los reflectores.
Bueno, pasó lo que todos, menos los que levantaron la mano a favor de la creación del megatorneo, imaginábamos que iba a pasar. Amplio repudio a la idea en todos los foros, redes sociales y medios masivos de comunicación. Incluso se planificaba una marcha a AFA para hoy.
Entonces pasó lo que tenía que pasar: cayó la máscara de quienes eran los principales propulsores de esta idea. No nos olvidemos, con 19 partidos por fecha, el candombe "Nunca Menos" iba a ser la canción más escuchada durante los próximos 12 meses.
Pero al ver semejante respuesta de la gente, quedó en evidencia que lo que podía ser un enorme medio de difusión de la "obra" gubernamental, se transformaba en un pan de trotyl político, con el cronómetro en 0:10. Había que desactivar el artefacto en forma urgente, porque en un par de semanas se venían las primarias.

Conclusión: marcha atrás con el megatorneo. En apariencia, un gran triunfo de la opinión pública sobre los intereses políticos y económicos. Sólo en apariencia.
Porque no nos olvidemos que AFA ya le había cedido los derechos de la B Nacional a FPT.
Teniendo los derechos para transmitir a River, Boca, San Lorenzo, Racing, Independiente, Rosario Central, Estudiantes, Gimnasia, Huracán, Vélez y todos los importantes a nivel rating, la categoría en la que jueguen, para FPT deja de ser relevante. Los va a transmitir a todos, estén en la A o en la B.
18 partidos garantizados por semana, con casi todos los equipos más importantes del país incluidos.
Y todos ellos, con el "Nunca Menos" en el entretiempo.


¿El costo de toda esta maniobra? Y seguramente será bastante alto. FPT (que no tiene dinero propio, sino que usa el del ANSES) pagó hasta Junio 600 millones de pesos al año por la temporada anterior, transmitiendo sólo Primera A. A eso habría que actualizarlo por inflación, estimándose el nuevo costo en unos 900 millones anuales (parece que para la AFA no corre el IPC que calcula el INDEC). Y duplicarlo, porque ahora va a transmitir además la B Nacional, con lo cual nos iríamos a 1.800 millones al año. Y a eso habría que sumarle lo que deba pagar AFA (que no pagará AFA sino FPT, que no usa su plata sino la de ANSES, o sea lo que se recauda por cargas previsionales a descontar de nuestros salarios), por la demanda de 500 millones de pesos iniciada por Trisa, que se descuenta que va a ganar aunque lo agarre Oyarbide en primera instancia (y es ingenuo suponer que semejante causa caiga en manos de otro juez).
Haciendo números, unos $ 2.300 millones de pesos que pagaremos de nuestos salarios.
Fútbol, para Todos. 82% móvil, para Nadie.

¿A quién le importa el fútbol? A nosotros, los hinchas, por supuesto. A la AFA, a FPT, a Trisa, al Grupo Clarín, a TyC Sports y al Gobierno Nacional, les interesa otra cosa.
Johann Tenorio