miércoles, 22 de febrero de 2012

Opus Once

Es obvio que ver por la caja boba que hubo un "accidente" ferroviario en el que mueren 50 personas (hasta ahora), moviliza algunas cosas. No lejos del lugar de la catástrofe de hoy, hubo otra en el 2004 en la que murieron casi 200 pibes. Nos da alguna esperanza, leve, casi imperceptible, recordar que aquel hecho le costó el puesto al Jefe de Gobierno porteño. Al menos pasó algo, en este país donde parece que nunca pasa nada para quienes nos gobiernan.
El factor común entre Cromañón y el "accidente" de Once (lo vengo entrecomillando porque suele decirse que algo que se puede evitar, no es un accidente) es que ambas tragedias se veían venir desde la Luna. Había que ser un perfecto imbécil para que a uno lo tomara por sorpresa tanto un hecho como el otro.
Para peor, lo de hoy hasta vino con preaviso. Bah, si es que se le puede llamar "preaviso" a seis siniestros ferroviarios en el lapso de un año, todos ellos con víctimas fatales, incluyendo un roscazo entre dos formaciones en Muñiz, una combi escolar llena de pibes atropellada en San Luis, y un colectivo haciéndose percha entre dos trenes en Plaza Flores. Total de víctimas: hasta ahí, "nada más" que 23. Sin contar, por supuesto, los que se caen todos los días de trenes abarrotados en Capital y el Conurbano.
Bueno, a las autoridades que se supone deben controlar el correcto funcionamiento y mantenimiento de los transportes en el país, parece que no les alcanzó para darse cuenta que algo no andaba bien. Y siguieron, y siguen por ahora, firmando cheques millonarios en subsidios a empresas que, para decirlo en buen criollo, hacen con esa guita lo que se les canta el culo. Todo esto ante la atenta mirada de sindicatos que, supuestamente, no sólo deben trabajar por el salario de sus afiliados, sino también por su seguridad. Ja ja ja, qué iluso Tenorio.
Y pasó lo que indefectiblemente tenía que pasar. Un día, un freno no funcionó. Bueno, menos mal que los trenes, aún los más antiguos (cómo éste que se estampó hoy contra el andén, que estaba construido en 1956), tienen sistemas de seguridad que ante una falla en el sistema de frenos, no dejan arrancar el tren. Ups... ¿qué pasó? Nada, que últimamente, las empresas tienen la pícara costumbre de "puentear" estos sistemas que sólo sirven para romper las pelotas. Ni a palos hay que permitir que se demore el servicio. Y si algún tercerizado llega a cortar una vía para ver si de una vez por todas lo efectivizan, un par de corchazos y listo, a echarle la culpa a la Policía Metropolitana concheta y represora. Preguntale a Mariano Ferreyra cómo es la cosa.
Ah no, pará, parece que el sistema anti fallas servía para algo che. ¿Y ahora cómo frenamos este carromato lleno de gente? Y, no, no lo pudieron frenar lo suficiente. Bah, en realidad tenemos que agradecer que algo lo frenaron y que venía nada más que a 20 km/h cuando se llevó puesta la terminal. Si llegaba a venir a 30, no paraba hasta la 9 de Julio, y nos arruinaba el corso que nos prometió la Presi.
Pero el corso se arruinó igual, porque (según nos aclara el Secretario de Transporte de la Nación) la gente tiene la mala costumbre de mandarse para los vagones de adelante cuando el tren está llegando a destino, la misma gente que deja todo para último momento y por eso se tiene que bancar 9 horas de cola con 43° de térmica para sacar la SUBE. Y encima, ese freno inoportuno tuvo la magnífica idea de terminar de romperse justo en hora pico de un día laborable, en lugar de ser progre y romperse un día antes, que era feriado nacional y popular. Conclusión: hubo 676 heridos, 50 de ellos graves, y 50 fallecidos, de los cuales el primero conocido fue un nene.
La Presi no asomó siquiera la nariz, pero dictaminó 2 días de luto nacional (uno menos que por la muerte de su marido) y suspendió el corso de la 9 de Julio. Menos mal, ahora sí que estamos tranquilos.

Mientras hago un breve minuto de silencio y releo lo ya escrito, me doy cuenta que este palabrerío suena bastante a que me estoy tomando el caso en joda.
Tal vez sea así nomás. Me está costando cada vez más preocuparme por estas cosas, aunque sean de la magnitud de lo que pasó hoy.
Y es que me da la impresión de que a nadie le importa tres pitos. Mañana Román se vuelve a pelear con Falcioni, y todo el mundo se olvida de todo el mundo.
Me da la impresión de que los únicos que nos preocupamos por estas cosas somos los que no votamos a este Gobierno. Si uno se mete en este momento a recorrer blogs o a navegar por redes sociales, inmediatamente salta a la vista que los que pedimos que se investigue por qué suceden estos supuestos accidentes, adónde van a parar los subsidios que salen de nuestros impuestos, y otras impertinencias por el estilo, todos nosotros tenemos en común que en algún momento fuimos llamados "gorilas", "fachos", "cómplices de la dictadura" o algo similar por los mismos que se queman las pestañas buscando pretextos para justificar la Ley Antiterrorista, la Ley de Medios y el Proyecto X.
Misteriosamente, hoy todos los votantes confesos de este Modelo, desaparecieron de las redes sociales. Parece como si todos estuvieran mirando el Soñando. Hasta levantaron la edición de hoy de "6-7-8". Soldado que huye sirve para otra guerra, dicen que.
Así debe ser entonces. Votaron este Modelo y están chochos con él. Si se matan 50 tipos en una estación de tren, debe ser culpa de Macri. O de Cobos. O de Clarín. Hace 9 años casi que la Argentina viene siguiendo los designios del Modelo, pero nada de lo que en ella pasa parece ser consecuencia de éste. Por ende, sigamos así, y que siga el corso. Ah no, cierto que lo habían cancelado.

Yo no voy en tren, voy en subte. Así que el día que me saquen de entre un montón de fierros a 6 metros de la superficie, no investiguen nada. Total, el boludo soy yo por viajar en el primer vagón.
Johann Tenorio