domingo, 20 de abril de 2008

El regreso del Ofidio

Hacía un tiempo que no tenía noticias de ellos, pero evidentemente siempre estuvieron ahí, agazapaditos esperando el momento de salir a mostrarse otra vez.
Me refiero a Ofidio Dellasoppa y las Cuerdas Flojas, que hace poco tiempo abrieron su propio Myspace. Por ahora no le han puesto énfasis a trabajar la parte visual del mismo, pero lo importante son los contenidos: hay bastante música para escuchar, fotos y videos como el que linkeo más abajo.

Además, se vienen con nueva presentación: esta vez será en el bar "El Nacional" de San Telmo, sito en Estados Unidos 308, Capital, con entradas a 20 pesitos. Lamentablemente, estos pibes vienen con la costumbre de tocar los jueves, que tengo ocupados in æternum, así que no podré ir. Pero ya envié emisarios a que me consigan de una vez su CD "Tangus Bonaerensis", agotado hasta por Internet.

Les recomiendo fervientemente presenciar un concierto de Las Cuerdas Flojas. Ya escribí un post acerca de ellos en mi viejo blog Coro Lario, al cual pueden consultar si necesitan más información. Pero créanme, es un espectáculo imperdible para quienes gustan del buen tango y del humor inteligente al estilo Les Luhiers.


Y después, si quieren, me pueden dejar un comentario aquí mismo para contar qué les pareció...

Johann Tenorio

miércoles, 16 de abril de 2008

¿Tienen planes para este viernes?

¿Ah, no? Bueno, tengo una propuesta para hacerles.
Resulta que, por si no les conté, formo parte del grupo Saravarock. Hacemos rock del bueno, pero bueno en serio. Y no lo digo porque yo esté ahí, eh.

Y este viernes a las 23 horas nos presentaremos en AFICHE, Marcelo T. de Alvear 2199 esquina Uriburu, por ahí cerca de la Facultad de Veterinaria. Vamos como banda soporte de Diego Mizrahi, conocido bluesman local y eximio guitarrista.

La entrada sale unos $ 10.-, una ganga comparado con el kilo de asado.
Más info en nuestra página oficial (arriba está el link) y en nuestro Myspace.
Los espero,

Johann Tenorio

viernes, 11 de abril de 2008

Titanes en el R(at)ing

Recuerdo imborrable de mi niñez, tema obligado de conversación de los lunes (incluso más que el fútbol) en la escuela primaria, "Titanes en el Ring" fue un hito en la televisón argentina. Para quienes desconozcan de qué se trataba, era uno de los programas del tipo "combate guionado", que se ven en todo el mundo también hoy en día y son la delicia de los niños y de muchos padres.

Claro, cuando era chico, yo veía subir al cuadrilátero a Karadagián, a la Momia, a Rubén Peucelle, al Caballero Rojo y a toda la troupe, y daba por sentado que peleaban de verdad. Y tomaba partido por algún luchador, incluso hasta me hacía fanático de algún otro (el Leopardo y River Plate iban cabeza a cabeza en mi corazón infantil). Jamás, pero jamás, hubiera pensado que toda esa gente, detrás de bambalinas, eran casi como compañeros de oficina, seguramente compartirían algún asado o irían juntos de parranda, y tal vez hasta sus hijos eran compañeros de colegio. Impensable: eran todos enemigos unos de otros, y combatían casi hasta la muerte, capaz que no.

Bueno, con el tiempo me fui enterando de la triste verdad, así como me enteré que los Reyes Magos eran los padres: "Titanes" era un espectáculo televisivo, un entretenimiento para niños de hasta 12 años (y en esa época, a los 12 años éramos bastante pavotes todavía). Frente a las cámaras, los luchadores hacían de cuenta que peleaban, pero todo estaba sincronizado como un ballet y los golpes no eran tales, y las llaves no dolían, y las patadas pasaban cerca pero nunca daban en el blanco, aunque el otro cayera como golpeado por un rayo.
Y si algún luchador/actor salía realmente lastimado, era casi siempre por su propia torpeza, por no acordarse que estaba pautado que después de la Doble Nelson venía un rodillazo al hígado, o por errarle al cálculo de dónde terminaba el ring y aterrizar de trompa en el piso.

Argentina 2008. El Gobierno nacional y el Grupo Clarín se trenzan en una guerra mediática, con acusaciones de discriminación racial hacia un lado y de atentado a la libertad de prensa hacia el otro.
Mientras tanto, Néstor Kirchner autoriza por decreto, entre gallos y medianoche, la fusión entre Multicanal y Cablevisión, creando casi un monopolio en la televisión por cable. Y el gobierno de aquel entonces, lo mismo que el actual, tapa de publicidad oficial las páginas del diario Clarín. Y pauta valiosísimos segundos en horario central en Canal 13 y TN, pagados obviamente con el erario público. Y permite que Clarín y La Nación tengan el monopolio compartido del papel para periódicos en la Argentina.
Como contrapartida, el multimedios "olvida" publicar noticias sobre, por ejemplo, el juicio elevado al Ministro de Economía y al Secretario de Agricultura, por malversación de fondos obtenidos por retenciones a las exportaciones. O sobre el itinerario de los fondos públicos de la provincia de Santa Cruz.

Y el Gobierno obtiene adhesiones rayanas en el fanatismo. Y Clarín vende más diarios que nunca. Y los noticieros de Canal 13 y TN obtienen picos insólitos de rating.

"Titanes en el ring" ha vuelto, ahora en versión para adultos. Los luchadores no usan disfraces vistosos y coloridos, sino trajes de alta costura. Pero que no nos quepa ninguna duda, aunque se vistan diferente, la idea central es la misma: hecernos creer que están luchando a muerte, mientras traman sus negocios por detrás de las cámaras.
Si al menos fuera tan divertido como "Titanes"...

Johann Tenorio

martes, 8 de abril de 2008

Cambiando de tema

Supongo que muchos han escuchado esta canción, ya que la vienen pasando seguido por radio, y también se puede ver el video (excelente) por televisión. Hablo del Cuarteto de Nos y su canción "Ya no sé qué hacer conmigo".

Particularmente, quería referirme a la letra de este tema:
Ya tuve que ir obligado a misa, ya toqué en el piano "Para Elisa",
ya aprendí a falsear mi sonrisa, ya caminé por la cornisa.
Ya cambié de lugar mi cama, ya hice comedia, ya hice drama,
fui concreto y me fui por las ramas, ya me hice el bueno y tuve mala fama.
Ya fui ético y fui errático, ya fui escéptico y fui fanático,
ya fui abúlico y fui metódico, ya fui púdico fui caótico.
Ya leí Arthur Conan Doyle, ya me pasé de nafta a gasoil,
ya leí a Breton y a Molière, ya dormí en colchón y en sommier.
Ya me cambié el pelo de color, ya estuve en contra y estuve a favor
lo que me daba placer ahora me da dolor, ya estuve al otro lado del mostrador.

Y oigo una voz que dice sin razón,
vos siempre cambiando, ya no cambias más.
Y yo estoy cada vez más igual,
ya no sé que hacer conmigo.

Ya me ahogué en un vaso de agua, ya planté café en Nicaragua,
ya me fui a probar suerte a USA, ya jugué a la ruleta rusa.
Ya creí en los marcianos, ya fui ovolactovegetariano (sano),
fui quieto y fui gitano, ya estuve tranqui y estuve hasta las manos.
Hice un curso de mitología pero de mí los dioses se reían
orfebrería la salvé raspando, y ritmología aquí la estoy aplicando.
Ya probé, ya fumé, ya tomé, ya dejé, ya firmé, ya viajé, ya pegué, ya sufrí,
ya eludí, ya huí, ya asumí, ya me fui, ya volví, ya fingí, ya mentí.
Y entre tantas falsedades, muchas de mis mentiras ya son verdades.
Hice facil las adversidades y me compliqué en las nimiedades.

Y oigo una voz que dice con razón
vos siempre cambiando, ya no cambias más.
Y yo estoy cada vez más igual,
ya no sé que hacer conmigo.

Ya me hice un lifting, me puse un piercing,
fui a ver al Dream Team y no hubo feeling.
Me tatué al Ché en una nalga,
arriba de mami para que no se salga.
Ya me reí y me importó un bledo, de cosas y gente que ahora me dan miedo
ayuné por causas al pedo, ya me empaché con pollo al spiedo.
Ya fui al psicólogo, fui al teólogo, fui al astrólogo, fui al enólogo
ya fui alcohólico y fui lambeta, ya fui anónimo y ya hice dieta.
Ya lancé piedras y escupitajos, al lugar donde ahora trabajo,
y mi legajo cuenta a destajo, que me porté bien y que armé relajo.

Y oigo una voz que dice sin razón
vos siempre cambiando, ya no cambias más.
Y yo estoy cada vez más igual,
ya no sé que hacer conmigo.

Díganme una cosa, cuarentones como quien esto escribe, ¿cuánto hacía que no se sentían tan identificados con la letra de una canción? Y no es que uno las haya hecho todas, pero creo la frase "ya lancé piedras y escupitajos al lugar donde ahora trabajo" define a una generación entera en menos de un renglón. Impresionante.

Acá les dejo para que se diviertan con el video, que también es de lo mejorcito que he visto, un derroche de creatividad desde la simpleza visual.


Mis más sinceras felicitaciones al Cuarteto de Nos, que con esto nos demuestra que Uruguay no nos manda solamente olor a coliflor podrido. Algunas cosas huelen bien. Y hasta la página web tiene un diseño fabuloso (el link anda por ahí arriba)

Bueno, para los que creían que este blog opositor no daba buenas noticias, ahí tienen,

Johann Tenorio

sábado, 5 de abril de 2008

Noticias de ayer

Un poco como que lo de ayer fue para decir "listo, apagá todo y vamos". Que después de todo el quilombo de los últimos ventipico de días, la presidenta todavía quiera hacernos creer que la culpa de todo la tienen los medios malos que no quieren publicar noticias buenas, ya es el colmo de lo grotesco. Ahora entiendo por qué los sucesivos gobiernos van destruyendo de a poco el sistema educativo: realmente hay que ser muy ignorante para comprar ese discurso.

A ver, señores de la prensa escrita, si alguien le fabrica a la señora presidenta un diario como el que le hacían a Yrigoyen, por favor. "Crítica de la Argentina", el diario de Lanata, hizo un lindo esfuerzo en tal sentido, que reproduzco aquí al costadito.

Bueno, trataré de colaborar un poco con la gente de Crítica y les envío una noticia copada, cargada de optimismo y, por sobre todas las cosas, 100% verídica.

Todos los porteños sabemos que una etapa importante de los distintos planes de desculturización que supimos conseguir, fue la del cierre y shoppingzación de los teatros barriales. Lo que en los 60, 70 y hasta los 80 era "el cine-teatro del barrio" (acá en Colegiales teníamos el Argos, hoy Roxy), lentamente se fue transformando en bingos, templos evangelistas, supermercados chinos o cualquier rubro que pudiera mantener lo más lejos posible a la cultura, esa cosa demoníaca.

Los vecinos del barrio de Villa Urquiza se rebelaron ante esta situación. Ya habían logrado varios triunfos ante los embates del capital de turno (la usurpación de los terrenos públicos por parte del supermercado Coto, por ejemplo), y decidieron ir por la recuperación de uno de sus viejos tesoros: el teatro "25 de Mayo", que estaba a punto de ser demolido y vaya uno a saber lo que pensaban poner ahí.

La pelearon durante tres gobiernos municipales (Ibarra, Telerman y Macri), contra los contratistas que querían quedarse con un predio de enorme valor de mercado, y después de muchas reuniones con funcionarios que les prometían todo y les daban muy poco, lo consiguieron: "El 25", considerado por algunos un "pequeño teatro Colón" por su arquitectura de gran belleza, hoy es un Complejo Cultural recuperado por los vecinos de Villa Urquiza.

Y no sólo eso, sino que el Complejo Cultural 25 de Mayo será sede de la inauguración del 10º BAFICI, un festival de cine independiente de mucho prestigio y enorme convocatoria. Un premio más que merecido.

Realmente, un ejemplo para aplaudir e imitar. Una demostración cabal de que la lucha puede ser cruel y puede ser mucha, pero la perseverancia puede conseguir este tipo de milagros.

Mis más sinceras felicitaciones,

Johann Tenorio

miércoles, 2 de abril de 2008

Más de lo mismo

Tres discursos presidenciales en una semana, cuando en cuatro años y cuatro meses de gobierno kirchnerista casi ni se había relizado una conferencia de prensa. Tres discursos presidenciales que fueron transmitidos (y repetidos) en dúplex por el mismo multimedios que, durante el último de dichos discursos, fue caracterizado como "golpista". Y sin cortes publicitarios. Vaya paradoja.

Y en los tres discursos, sólo más de lo mismo. Más lucha de clases, más provocación de barricada, más antinomia, más "enemigos del pueblo". Y menos tolerancia. Y menos convocatoria a un diálogo real y abierto sobre temas de fondo. Y menos autocrítica. Y menos llamado a la unidad.

Bueno, sigamos en el tono que prefiere el gobierno. Si les gusta repartir críticas a todo aquél que no comparta sus opiniones, desde aquí les mando algunas de mis críticas, pero a modo de preguntas, ya que este gobierno parece estar lleno de respuestas.

¿Por qué los cacerolazos del 2001 eran menos golpistas que los de ahora (de hecho, desembocaron en la caída de un gobierno elegido por el pueblo en elecciones libres)? ¿Nada más que por el hecho que el justicialismo, por entonces oposición, estaba de acuerdo con aquellos?

¿Dónde estaba el matrimonio presidencial cuando Cavallo y sus amigos de fondos golondrinas le dispararon el dólar a la estratósfera al gobierno de aquel entonces? ¿En un monasterio tibetano? ¿Eso no puede considerarse "golpe de estado económico"?

¿Dónde estaba la actual presidenta cuando Menem (hasta donde yo sé, aún es afiliado al partido que hoy gobierna el país) dejó millones de personas en la calle?

¿Qué diarios leía Cris, la misma que dice que "nunca había visto tantos ataques en tan poco tiempo a un gobierno surgido del voto popular", cuando la CGT peronista decretaba, en menos de cuatro meses de gobierno, el primero de los 13 paros generales que le asestó a un presidente que había obtenido el 52% de los votos en 1983?

¿Por qué tengo que creer que Ginés González García, funcionario de la última dictadura militar, se volvió democrático de golpe para integrar el gabinete del presidente que tanto dijo defender los derechos humanos? ¿Por qué tengo que creer que Aníbal Fernández, superintendente de seguros del gobierno de Menem y partícipe necesario de la quiebra fraudulenta de las dos principales aseguradoras de aquel entonces (Omega y Lua), dejando a miles de trabajadores del seguro en la calle, hoy se preocupa por el bienestar de los argentinos?

¿Por qué me tengo que tragar que un propulsor del odio de clases como Luis D'elía se siente al lado de quien gobierna mi país y lo representa en el exterior? ¿Y por qué me tengo que tragar que el "gorila" y el "golpista" sea el chacarero que tiene todo su capital invertido en la tierra que trabaja de sol a sol?

¿Desde cuándo el Gobierno es la Nación, y desde cuándo los que disienten con el Gobierno son los enemigos de la Nación? ¿Por qué no se puede tener una opinión diferente sin ser tildado como ideólogo del golpe de estado? ¿Eso es democrático?

¿Por qué después de 9 años de justicialismo del 46 al 55, 3 años del 73 al 76, 10 años del 89 al 99, y 6 años y chirolas del 2001 al presente, sigue habiendo tanta pobreza y analfabetismo en la Argentina, siendo que el justicialismo tanto dice hacer por los pobres? ¿O es que acaso (quero creer que no es así) al justicialismo le conviene que haya pobres, que se pueden comprar por un choripán y un vaso de vino berreta en lugar de ejecutar costosas políticas de redistribución, educación, salud y seguridad? Y hablando de esto último, ¿por qué si en las estadísticas oficiales hay cada vez menos pobres, hay cada vez más delincuencia?

Quiero detenerme aquí (si quieren leer más preguntas, pero formuladas por alguien que realmente la tiene clara, lean este artículo de Jorge Lanata) porque, si bien no me simpatiza el justicialismo -no hace falta que lo aclare-, tampoco veo en otros partidos opciones concretas de recambio. Y como no soy golpista, por más que al oficialismo le encantaría creer que sí lo soy, prefiero mantenerme lo más lejos posible de intervenciones militares, que ya sabemos en qué desembocan (además de que gobernando son aún más corruptos e incapaces que los civiles a los que voltean). Y les juro que además, me muero de ganas de encontrar, en la era K, un aspecto positivo, que sea realmente efectivo y no efectista como los juicios a los genocidas del último proceso militar. Podría invocar en su favor, la reestatización de algunos servicios públicos cuyas concesiones eran ya demasiado impresentables (agua, trenes). Y no mucho más. El dólar a 3 pesos no es un invento del kirchnerismo, y el crecimiento posterior fue una simple consecuencia de ese tipo de cambio, por lo cual el hecho de que este gobierno esté atribuyéndose el mérito exclusivo del crecimiento es una enorme falacia que ni el más inocente sería capaz de creer.

Vamos a ver. El discurso de los dirigentes ruralistas de hace un rato me da una luz de esperanza, no porque crea en ellos ni porque el discurso en sí haya sido bueno, sino porque entre los asistentes observé una actitud distinta, que no puedo describir muy bien porque ni yo mismo sé de qué se trataba. Pero intuyo que tiene que ver con una cierta maduración intelectual del pueblo argentino, algo que todavía no está del todo generalizado pero que está creciendo muy de a poco.
Y por otra parte, escuché hablar de ciertas encuestas (habrá que ver si son confiables) que indicaban que la protesta ruralista, aún teniendo en cuenta el desabastecimiento de productos básicos que produjo en los centros urbanos, contaría con una aprobación de un 70% de los encuestados. Teniendo en cuenta los resultados de las últimas elecciones presidenciales, y restando de ese 70% los porcentajes obtenidos por la oposición en su conjunto, todavía nos quedaría una cantidad muy pero muy importante de ciudadanos que, habiendo votado al oficialismo, hoy apoya el reclamo agrario. Y eso implica, fuera de todo cuestionamiento, que se trata de gente que no se casó con lo que votó, sino que es capaz de escuchar las dos campanas y analizar los dos discursos, y de ser necesario, de cambiar honestamente de opinión. Y eso vale muchísimo para una sociedad que está tratando, a los tumbos y a los golpes, de ser democrática.

Ojalá que sea así,

Johann Tenorio